sábado, 12 de marzo de 2011

Hacia el imprescindible laicismo del Estado

     No es sólo la escuela pública la que está siendo contaminada por símbolos confesionales y por contenidos religiosos, sino que actualmente tanto la Universidad de León, y así lo demuestra y denuncia el Colectivo León Laico, como la propia Universidad Complutense de Madrid, según publica la prensa madrileña, vienen sometiéndose al dictado de posiciones fundamentalistas y proselitistas de carácter religioso, y en concreto católico, tal y como enuncia y propone el propio Rouco Varela.
    Nuestra posición al respecto ya es conocida, pues se ha expresado repetidamente en esta misma pagina, y no parece que la situación tienda a encauzarse sino que, muy por el contrario, este desvarío parece que propende al enquistamiento y consolidación.
   Los miembros del Colectivo Leon Laico parecen estar convencidos de que muchos miembros de la Universidad de León (alumnos, profesores y personal de la administración y servicios), se encuentran muy interesados en que ""esta institución responda plenamente a su carácter público, y piensan que se necesita un importante impulso laicista que la desvincule de sorprendentes lastres derivados del pasado nacionalcatólico y de nuevos riesgos asociados a otras formas de confesionalismo". Parece que una vez más debemos recordar que España es un Estado aconfesional y que, por tanto, sus instituciones públicas no pueden promover en modo alguno ninguna religión o convicciones particulares.
    José Canalejas, presidente del gobierno entre 1910 y 1912, y político de carácter liberal y progresista, pretendió mitigar la confesionalidad católica consagrada en la Constitución de 1876 , reforzando el carácter laico del Estado, y ante la negativa papal a negociar el Concordato de 1851, optó por limitar unilateralmente la actividad de las órdenes religiosas mediante una ley de diciembre de 1910 que prohibía durante dos años el establecimiento de nuevas congregaciones religiosas. Canalejas fue asesinado el 12 de noviembre de 1912, cuando miraba el escaparate de la desaparecida librería San Martín en la Puerta del Sol.
   Manuel Azaña, en 1931 y siendo ministro de la Guerra del gobierno de Alcalá Zamora, fue el encargado de dar un giro laico a la Constitución republicana, afirmando que “España había dejado de ser católica”, enfrentándose así a la Iglesia por el hecho de prohibirle al clero que tuviese acceso  e intervención en la enseñanza, lo que junto al debut del voto femenino (al parecer muy influenciado por entonces por el clero), provocó, en opinión de algunos cronistas de la época, el que las elecciones de noviembre de 1933 las ganase la derecha nacional-católica aglutinada en la alianza de partidos políticos católicos de derechas, conocida por CEDA, y fundada por Gil Robles el 4 de marzo de 1933.
   
    Como se podrá apreciar, la influencia de la iglesia en el devenir social y político de España no se reduce sólo a la edad media ó al periodo inmediatamente posterior a los Reyes Católicos, sino que la confrontación entre la concepción laica del estado y la tendencia conservadora y adoctrinadora del catolicismo español sigue estando vigente y presente en nuestros días. Si como decía Sta.Teresa, “a Dios también se le encuentra entre las cazuelas”, entonces deberíamos colegir que tampoco parece tan imprescindible que se le tenga que integrar en el Estado.
   
     Por lo tanto, no deberíamos permitir que ante las próximas elecciones municipales y autonómicas, y ante las posteriores legislativas, los partidos de izquierdas que concurriesen a ellas no presentasen un programa en el que, de forma preferente y destacada, se expresase la firme voluntad de abolir el actual Concordato con la Iglesia Católica, y propiciar una laicidad efectiva, práctica y absoluta del Estado y de todas sus instituciones. Lo contrario sería poner paños calientes a una situación insostenible y anticonstitucional, en un posibilismo absurdo y retrógrado que no conduce a ningún progreso sino al fortalecimiento de las tesis conservadoras, confesionales y de marcado fundamentalismo religioso.
   
   Este aspecto sustancial, unido a la imprescindible y profunda reforma de la política impositiva, fiscal y económica para hacerla más progresiva y social, y junto a la necesaria nacionalización parcial o total de la banca (al estilo islandés), deberían ser los tres pilares fundamentales sobre los que asentar un futuro transformador de España, a manos de un verdadero gobierno de izquierdas, 
   Luego, partir de ahí, podremos hablar...
  

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ójalá los Partido de Izquieras añadan tus sugerencias en sus programas... bueno, y no sólo en sus programas sino en sus políticas reales y del día a día...

En fin, con la Iglesia hemos topado.

- Vir -

Alberto del Pozo dijo...

Estas tres sugerencias son básicas y primigenias para que un partido de los que se presentan a las elecciones aspire a ser considerado de izquierdas. Y no porque lo diga yo, sino porque es elemental. Debería matizar, eso sí, que cuando menciono nacionalizar la banca quiero precisar que me es igual que exista una banca privada, pero que obligatoriamente debe existir una banca nacional y pública que marque las normas y legislación en las transacciones, créditos, precio del dinero, aplicaciones de aranceles, cota de interés, y objetivos sociales y estímulo del empleo. Luego, despues, la banca privada que se busque su rentabilidad como buenamente pueda...que ese es su problema, pero no el de un Estado social.

noelia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
noelia dijo...

Amén.
Mientras cierta parte de la sociedad siga beneficiándose de este negocio llamado iglesia, será difícil lograr que respeten lo que nuestra Constitución estipula al respecto. Por ejemplo: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones." (art.16.3)
No sólo olvidan a veces el resto de confesiones, sino que nos imponen la católica con sus símbolos y demás parafernalia.
En fin, seguro que algún día cambiará.

Por cierto, enhorabuena por este blog.

Marc dijo...

Pues en Europa es sobre la derecha que de repente ve una gran amenaza para la libertad (y para el cristianismo) los velos en los espacios públicos.
Blog con colores muy psicodélicos!

Alberto del Pozo dijo...

Muchas gracias a Anónimo, Vir, Noelia, Marc, etc... por vuestros comentarios, pues son fundamentales para estimular la reflexión crítica sobre nuestro entorno, y así entender la visión del mundo para nuestro intentento de transformarlo.