martes, 1 de marzo de 2011

Esa "tierra" liberalizadora. Nuestra tierra.

    Es seguro que a muchas de las personas que entren a este blog les será muy familiar el nombre de Paulo Freire, como también es seguro que habrá otras muchas que nunca oyeron hablar de él, ni conocieran su existencia.
   Pablo Freire fue un pedagogo revolucionario brasileño nacido en 1921, que conoció desde niño la realidad de su país, en el que hasta ese momento se vivía en esclavitud, y en el que por aquellos tiempos las clases rurales vivían en relaciones laborales de opresión, marginadas del proceso social, político y económico y sin participación alguna en las decisiones importantes para el país.
   Es ahí precisamente donde se introduce Paulo Freire, que intenta que sus contemporáneos rompan su pasividad y silencio, que reconozcan la fuerza de su unidad transformadora, que adquieran la capacidad crítica para relacionarse con la sociedad y que se liberen de sus ataduras, única posibilidad de cambio de la sociedad.  Su trabajo se inserta en las nuevas ideas revolucionarias que existían en América Latina en los años 60, imbuido del lenguaje de liberación surgido de de las corrientes más avanzadas del catolicismo, que provocaron la teología de la liberación, y utilizando elementos de la dialéctica marxista para la visión y comprensión de la historia.
    Sus ideas influenciaron e influencian los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y de la ya mencionada "teología de la liberación", en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en la educación. 
    Su legado más destacable, pues falleció en 1997, fue la que se conoció como "La pedagogía del oprimido", entendida como pedagogía humanista y liberadora y que tendría, según el propio Freire, dos momentos distintos aunque interrelacionados: el primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación; y el segundo, en el que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
    Siguiendo sus enseñanzas, posicionamiento intelectual y actitud revolucionaria transformadora, a partir de 1997 se fundaron en diferentes lugares de latinoamérica lo que se llamaron Institutos Universitarios Paulo Freire, siendo el primero de ellos el que se fundó en Nicaragua. A partir de ese momento, han sido muchos los países en los que esta tendencia se ha ido expandiendo, hasta llegar a España, donde también podemos enorgullecernos de la existencia de la llamada Universidad Rural Paulo Freire, y de cuyo exponente tenemos muy cerca un ejemplo, en concreto en la palentina Tierra de Campos (y para ser más exactos, en el pueblo de Amayuelas de Abajo) y a cuyos foros mensuales asisten numerosas autoridades y personas relevantes del mundo intelectual, de la cultura, lo social, lo político y lo económico.
    Los que hemos tenido la inmensa suerte de conocer a las gentes de Amayuelas (Universidad  Rural Paulo Freire), no podemos olvidar la calidad humana, la fuerza y la capacidad que estas gentes llevan demostrando desde hace 20 años para convertir su utopia en una tangible realidad. Su conexión con Plataforma Rural y Vía Campesina le dotan a esta Universidad Rural de todo aquello a lo que Paulo Freire se refirió cuando hacía referencia a la opresión del campesinado.
    Desde aquí quiero sugerir a todos y todas los que lean esta página, a que se acerquen por Amayuelas, preferiblemente a asistir a su Foro Mensual, o si ello no fuera posible, que sencillamente se acerquen a conocer y disfrutar de la hospitalidad y sabiduría de estas gentes, así como de su inconmensurable capacidad para inventarse un mundo diferente en el que nunca te sentirás extraño ni ajeno, y con los que compartirás la savia transformadora y liberalizadora de esa madre "tierra" a la que nunca debimos desdeñar.
                                                                                (Visita obligada:   http://www.amayuelas.es/   )

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