domingo, 27 de marzo de 2011

22 de Mayo: Las Municipales y CCAA también cuentan.

    Con más pena que otra cosa voy a desistir de ahondar en el panorama internacional actual, que tan preocupados nos debe tener por la situación de algunos países dadas las catástrofes humanitarias acontecidas, como por lo que se hierve en el mundo árabe y sus consecuencias o respuesta por parte del poder militar del mundo occidental.
   Mi reflexión se centra hoy en el panorama político doméstico, en esa extraña manera que tenemos de ver la realidad de nuestro entorno...y en cómo nos dejamos seducir por lo que los medios de comunicación nos indican, en servil obediencia a lo que los poderes económicos y financieros deciden, y con la inestimable ayuda de la instrumentalización a la que gustosos se someten nuestros representantes políticos.
   El paradigma que en materia económica nos llega de la UE, y del que nuestro gobierno se erige en alumno disciplinado, llega a impregnar la lógica del pensamiento de la opinión pública de tal manera que parece imposible el negar "la mayor", y así, el resistirse o cuestionar la veracidad del marco neoliberal (al que parece que inevitablemente nos quieren llevar) parece poco menos que una hazaña de titanes, o de locos.
   Estamos en el umbral de unas Elecciones Municipales y de CCAA y, escudriñando los programas de los partidos políticos que van a jugar esta partida, no parece que a casi ninguno se le haya caído el pelo por esforzarse en hacer propuestas de verdadera transformación y regeneración política y social para nuestro país.
   A primeros de abril de 1931, Juan B.Aznar, presidente del gobierno de la monarquía, dimitió después de que en unas elecciones municipales (y eran municipales) la conjunción "republicano-socialista" triunfase en casi todas las capitales de provincia, y después de comprobar cómo Sanjurjo (director de la Guardia Civil) y Berenguer (ministro de la Guerra) acataban este resultado que, días después, acabaría con la monarquía borbónica echando de España al propio Alfonso XIII. 
   Este hito conviene no olvidarlo, para convenir que, en contra de lo que Mañueco (candidato PP al ayuntamiento de Salamanca) nos dice de forma torticera, más allá de algunas insignificantes infraestructuras y promesas domésticas, las elecciones municipales también pueden adelantar y condicionar el devenir político de un país...especialmente si sus ciudadanos y ciudadanas son lo suficientemente despiertos como para no caer en cautivos paradigmas, como lo son esos dictados que nos llegan de ese ala de la UE dominada por la derecha más conservadora y neoliberal de las posibles (Barroso, Van Rompuy, Cámeron, Sarkozy, Merkel, Berlusconi, Sócrates, Zapatero,...), y  de una UE que, por cierto, no siempre deberá ser así, ni en un futuro deberá estar conformada así.
    Es verdad que los partidos que concurren ante las EEMM y de CCAA parece que deben centrar su oferta programática en los aspectos más próximos a su ciudadanía vecinal, pero no es menos cierto que sea cual sea el ámbito de la consulta en urnas, resulta evidente que una inmensidad de los problemas que acucian a las personas están condicionados en claves muy generales, claves a abordar en otros escenarios de la acción política cuyo meollo se encuentra en la particular posición ideológica de cada organización política.
   Esas cuestiones como el laicismo del Estado, la política fiscal, social y progresiva, el control del fraude, la política impositiva para el patrimonio y sus transmisiones, las tasas a las transacciones de capital, la apuesta por una banca pública, el fomento de una agricultura ecológica y una cultura de soberanía alimentaria, el énfasis en energías renovables, la lucha por la igualdad de género, el impulso a los servicios sociales como prestación asistencial y simultáneamente como generador de empleo, el apoyo a los pequeños empresarios, la reconstrucción de toda una estructura y un poder judicial no cautivo de los poderes legislativo y ejecutivo, la búsqueda de una democracia participativa y no delegada, el afán por recobrar nuestra memoria histórica, le federalidad del Estado, la derogación del Concordato con el Vaticano, la mejora de inversiones en educación y sanidad públicas, ó la revisión del papel de la monarquía, etc...todas estas cuestiones difícilmente pueden ser diferenciadas por el simple hecho de que las opciones a elegir correspondan a un ámbito electoral  municipal, ó autonómico ó del Estado. Pretender lo contrario es pretender distraernos una vez más.
   Es por ello que se nos ocurre hacer una llamada a la coherencia y a la sabiduría popular (ya que la sabiduría política le fue amputada a nuestra sociedad durante 50 años), para que la elección ante la consulta del 22 de mayo tenga un carácter claramente definido en materia de opción ideológica.
   Se van acabando los plazos para “pasar olímpicamente de la política” apoyándose en aquello de que “todos los políticos son iguales”. Sí, es posible que haya corrupción en muchas organizaciones políticas, como también la hay en nuestra sociedad a muchos niveles, pero de eso a creer que “todas las opciones políticas son iguales” hay un inmenso abismo. No, no todas las opciones políticas son iguales, y ante las elecciones municipales y de CCAA deberíamos hacerlo explícito con nuestro voto. Con un voto acorde con esa opción política que se sepa adecuar a lo que desearíamos ver hecho realidad de forma coherente y uniforme en nuestro ayuntamiento, CCAA y país, en su conjunto. 
   Es posible que Tomás Moro tuviese razón, y que la sociedad perfecta sea nuestra utopía, pero nuestra obligación moral siempre deberá ser apostar por ella.

martes, 22 de marzo de 2011

Feminismo, laicismo ó Iglesia.

    Hay quien defiende "que es lo mismo gato blanco que gato negro, pues lo importante es que cace ratones”...para con ello expresar y hacer extensiva una practica habitual entre la mayor parte de los colectivos y las redes no gubernamentales que tienen su razón de ser en la lucha por alguna forma de aproximación a arcadias diversas...ecologistas, pacifistas, feministas, antinucleares, soberanistas alimentarios, defensores de los animales, etc...y otros, en cambio, y yo entre ellos, somos más rotundos o arcaicos en nuestras convicciones, y negamos que en la defensa de algunos supuestos quepa cualquier grupo, persona o ideología, por el simple hecho de que gratuitamente así lo proclamen.
    Los problemas complejos, y las actitudes culturales que se encuentran enraizadas en el origen de los problemas que acucian a nuestra sociedad, no pueden ser resueltos con recetas sencillas ni con interpretaciones triviales como si de una foto fija se tratase.
    En el sentir de todo análisis sociológico siempre encontraremos la necesidad de tirar de la cuerda, así como la convicción de que al final de esa cuerda nos toparemos con hallazgos esclarificadores respecto a las posibles implicaciones culturales e ideológicas y sus anheladas soluciones.
   Si parece difícil que detrás de un aparente ecologista se encuentre un voraz consumidor y maltratador de la naturaleza, o que detrás de un pacifista encontremos a un empresario de la industria armamentística, de la misma forma parece difícil que detrás de un ferviente defensor y practicante de cualquier confesión judeocristiana (la católica, por ejemplo) nos encontremos con un feminista.  Y quien crea que dentro del ámbito de la iglesia se puede estar del lado de la igualdad entre mujeres y hombres, es que no conoce la hermenéutica ni la doctrina actual de la jerarquía católica (y obsérvese que no incluyo lo atribuido al propio Jesucristo)
    Todo esto viene a propósito de lo ocurrido el pasado jueves, cuando  coincidiendo con el final de un ciclo de conferencias sobre Feminismo organizado por diversos colectivos universitarios, unas setenta estudiantes entraron pacíficamente en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense, y al parecer, y mediante una representación teatral, expresaron su protesta contra el machismo y la homofobia de la Iglesia Católica, así como contra los privilegios de los que goza esta institución en un espacio público y laico como es la Universidad Pública.
    Parece que el hecho de que algunas de estas jóvenes se desnudaran de cintura para arriba durante la performance ha encrespado los ánimos de ciertos sectores ultracatólicos y una avalancha mediática conservadora ha tratado de criminalizar a las estudiantes. Varios medios han hablado de "asalto" y "allanamiento" de la capilla, de "delito contra la libertad de culto", han denunciado que el rector de la Complutense ampara la "persecución religiosa" y algunos columnistas no han dudado en calificar a las alumnas de "zorras".
    Más allá la relevancia simbólica y anecdótica de la iniciativa estudiantil, lo que está claro es que las alumnas han puesto sobre la mesa una cuestión que tiene que resolverse, y frente a la que los demócratas tenemos que posicionarnos de manera contundente: ¡¡ la existencia de centros de culto católicos en las universidades públicas, y el innegable carácter machista de la iglesia !!
    El problema no es sólo que la Iglesia Católica sea la institución que más legitimó y se benefició del franquismo o que, sistemáticamente, haya cuestionado y combatido con fe ciega el reconocimiento de derechos a las mujeres y a las personas homosexuales, o que callara el 23-F, etc, pues en una sociedad democrática, la Iglesia y los católicos tienen, como cualquier persona o colectivo, perfecto derecho a practicar su religión, organizarse y defender sus ideas, incluso cuando éstas son claramente antidemocráticas y machistas, como ocurre con buena parte de los planteamientos de la Iglesia. Lo peor e intolerable es que, en el marco de un Estado que se dice laico, sigan disfrutando de los privilegios que les otorgó su franquismo en las universidades públicas, pretendiendo incluso impartir doctrina de moralidad.
    Se podrá estar en desacuerdo con la forma en la que las estudiantes llevaron a cabo su protesta, pero “tenían más razón que un santo” en sus reivindicaciones. Gracias a su audacia y compromiso democrático, se ha presentado una ocasión inmejorable para que las autoridades académicas tomen nota y acaben de una vez por todas con los privilegios de la Iglesia en las universidades públicas.
    En una España democrática y madura, que haya superado la rancia mojigatería, no se puede tolerar que se criminalice y amenace a las estudiantes universitarias que, organizando jornadas, seminarios, debates y ¿por qué no? también movilizaciones, protestas y performances, nos recuerdan que la universidad debe ser un espacio laico y democrático para la crítica y la diversidad, y donde el machismo no puede encontrar acomodo. 
¿Alguien duda que detrás de la presencia de la iglesia en la Universidad Pública no se esconde sino el mismo manto púrpura que abrigó y alentó el machismo durante siglos?
                                                                                            (Fuente: P. Iglesias Turrión; Diario Público)

jueves, 17 de marzo de 2011

La salud como propaganda despolitizante

      Más allá de los cambios que se produjeron en Europa a raíz de la primera guerra mundial, con la debacle de los antiguos imperios centroeuropeos en favor del nacimiento de nuevas naciones, y de las repercusiones positivas desde el punto de vista económico de las que se benefició España con su incremento en la exportación de textiles, alimentación y minerales a una Europa en guerra, en lo que todos los historiadores están de acuerdo es que las primeras décadas del nuevo siglo XX fueron determinantes en el devenir de nuestra historia reciente.
    Entre otras causas de menor rango, esa influencia determinante fue debida a la aparición y expansión masiva de nuevas tecnologías, como el motor de explosión ó la electricidad, pero además, por la intermediación de los nuevos medios de comunicación y el impacto que éstos iban a provocar culturalmente en la sociedad de la época.
    El deporte y el cinematógrafo fueron, en manos de los nuevos medios de comunicación, unas tentadoras herramientas de entretenimento pero también de adormecimiento y anestesia de una sociedad por entonces crispada. Nacía pues la célebre estrategia de Goebbels...
    El cinematógrafo a partir de 1900, y el deporte (el fútbol especialmente) a partir de 1910, fueron moldeadores de costumbres y de cultura. Las salas de cine reunieron grandes masas de espectadores que, al ver mayoritariamente películas norteamaericanas, provocaban que las masas fuesen amoldándose a pautas comunes de una nueva cultura popular, no especialmente comprometida ideológicamente. El papel también despolitizante de un nuevo deporte de masas, como era el fútbol, y que así fue percibido claramente por los republicanos de entonces, es una realidad incuestionable que después fue utilizado y aprovechado por no pocos dictadores y gobernantes totalitarios.
    Todo esto viene a propósito de cómo, en ocasiones, alguien decide de qué tenemos que preocuparnos, y con qué es con lo que se deben llenar las páginas y espacios de los medios de comunicación, para así distraer a la opinión pública de lo realmente sustancial para su presente y para el futuro de sus hijos. Es decir, que alguien decide por nosotros a qué debemos ocuparnos, y en qué debemos preocuparnos...políticamente.
     La normativa sobre el tabaco y la prohibición de fumar en determinados espacios, por ejemplo, así como la prohibición de circular a velocidades superiores a los 110 Km/hora en las autopistas, no pueden cuestionarse desde el punto de vista salubrista, pero al haber llenado cientos de páginas de prensa y ocupar cientos de minutos de radio y TV, sí tenemos la sensación de que  deberíamos alinearlos como símbolos emblemáticos de una forma de gobernar que recurre excesivamente a los gestos, para distraer a la sociedad y desviarles de sus verdaderos y graves problemas actuales.
     Estamos en estos días ante una forma de gobernar y de dirigir la res pública que, en definitiva, también recurre a la estrategia propagandística, pero que en lugar de orientarse al agit-prop como se hizo en otros contextos, en esta ocasión se utiliza como pentotal sódico colectivo.
    Si a todo esto le añadimos la machacona pretensión de atemorizar a la sociedad con asuntos como el del colesterol, el peso, las dietas, la cosmética, los yogures sanos, los programas televisivos sobre hospitales, etc, convendremos en que nunca como ahora se ha utilizado la salud como elemento cómplice del mezquino paradigma de lo políticamente correcto, y sobre todo, cuando la utilización del concepto salud se pone de rodillas ante el mercado y el fracaso de la política, y ante esa ausencia de honestidad pública que exhiben la mayoría de los responsables de los partidos políticos en los medios de comunicación actuales, hoy ya todos subvencionados y financiados...como todo el mundo sabe.   

sábado, 12 de marzo de 2011

Hacia el imprescindible laicismo del Estado

     No es sólo la escuela pública la que está siendo contaminada por símbolos confesionales y por contenidos religiosos, sino que actualmente tanto la Universidad de León, y así lo demuestra y denuncia el Colectivo León Laico, como la propia Universidad Complutense de Madrid, según publica la prensa madrileña, vienen sometiéndose al dictado de posiciones fundamentalistas y proselitistas de carácter religioso, y en concreto católico, tal y como enuncia y propone el propio Rouco Varela.
    Nuestra posición al respecto ya es conocida, pues se ha expresado repetidamente en esta misma pagina, y no parece que la situación tienda a encauzarse sino que, muy por el contrario, este desvarío parece que propende al enquistamiento y consolidación.
   Los miembros del Colectivo Leon Laico parecen estar convencidos de que muchos miembros de la Universidad de León (alumnos, profesores y personal de la administración y servicios), se encuentran muy interesados en que ""esta institución responda plenamente a su carácter público, y piensan que se necesita un importante impulso laicista que la desvincule de sorprendentes lastres derivados del pasado nacionalcatólico y de nuevos riesgos asociados a otras formas de confesionalismo". Parece que una vez más debemos recordar que España es un Estado aconfesional y que, por tanto, sus instituciones públicas no pueden promover en modo alguno ninguna religión o convicciones particulares.
    José Canalejas, presidente del gobierno entre 1910 y 1912, y político de carácter liberal y progresista, pretendió mitigar la confesionalidad católica consagrada en la Constitución de 1876 , reforzando el carácter laico del Estado, y ante la negativa papal a negociar el Concordato de 1851, optó por limitar unilateralmente la actividad de las órdenes religiosas mediante una ley de diciembre de 1910 que prohibía durante dos años el establecimiento de nuevas congregaciones religiosas. Canalejas fue asesinado el 12 de noviembre de 1912, cuando miraba el escaparate de la desaparecida librería San Martín en la Puerta del Sol.
   Manuel Azaña, en 1931 y siendo ministro de la Guerra del gobierno de Alcalá Zamora, fue el encargado de dar un giro laico a la Constitución republicana, afirmando que “España había dejado de ser católica”, enfrentándose así a la Iglesia por el hecho de prohibirle al clero que tuviese acceso  e intervención en la enseñanza, lo que junto al debut del voto femenino (al parecer muy influenciado por entonces por el clero), provocó, en opinión de algunos cronistas de la época, el que las elecciones de noviembre de 1933 las ganase la derecha nacional-católica aglutinada en la alianza de partidos políticos católicos de derechas, conocida por CEDA, y fundada por Gil Robles el 4 de marzo de 1933.
   
    Como se podrá apreciar, la influencia de la iglesia en el devenir social y político de España no se reduce sólo a la edad media ó al periodo inmediatamente posterior a los Reyes Católicos, sino que la confrontación entre la concepción laica del estado y la tendencia conservadora y adoctrinadora del catolicismo español sigue estando vigente y presente en nuestros días. Si como decía Sta.Teresa, “a Dios también se le encuentra entre las cazuelas”, entonces deberíamos colegir que tampoco parece tan imprescindible que se le tenga que integrar en el Estado.
   
     Por lo tanto, no deberíamos permitir que ante las próximas elecciones municipales y autonómicas, y ante las posteriores legislativas, los partidos de izquierdas que concurriesen a ellas no presentasen un programa en el que, de forma preferente y destacada, se expresase la firme voluntad de abolir el actual Concordato con la Iglesia Católica, y propiciar una laicidad efectiva, práctica y absoluta del Estado y de todas sus instituciones. Lo contrario sería poner paños calientes a una situación insostenible y anticonstitucional, en un posibilismo absurdo y retrógrado que no conduce a ningún progreso sino al fortalecimiento de las tesis conservadoras, confesionales y de marcado fundamentalismo religioso.
   
   Este aspecto sustancial, unido a la imprescindible y profunda reforma de la política impositiva, fiscal y económica para hacerla más progresiva y social, y junto a la necesaria nacionalización parcial o total de la banca (al estilo islandés), deberían ser los tres pilares fundamentales sobre los que asentar un futuro transformador de España, a manos de un verdadero gobierno de izquierdas, 
   Luego, partir de ahí, podremos hablar...
  

miércoles, 9 de marzo de 2011

La FADSP ante las próximas Elecciones

      Desde la FADSP entendemos que los programas de las fuerzas políticas que concurren a estas Elecciones deberían proponer los siguientes objetivos:
1)     Poner en funcionamiento sistemas de Información sanitaria que aporten datos homogéneos para todas las CCAA que permitan realizar evaluaciones, lo que precisa el establecimiento de estándares comunes para la recolección y tratamiento de la información sanitaria en todo el SNS. Esta debería ser una tarea prioritaria del Consejo Interterritorial de Salud.
2)     Los ciudadanos tienen derecho a tener acceso a los datos actualizados referentes a la situación de salud y al funcionamiento de los servicios sanitarios, por lo que es imprescindible garantizar la publicidad actualizada de todos los indicadores. La transparencia es un requisito imprescindible en un servicio público.
3)     Debe asegurarse una financiación suficiente del Sistema Nacional de Salud. Esta suficiencia exige un incremento de la financiación en razón de las necesidades de salud y debe suponer, aproximadamente, entre 1 y 1,5 puntos de porcentaje sobre el PIB de incremento y asignar este incremento con criterio finalista. Asimismo hay que rechazar la implantación de copagos.
4)     Es imprescindible el desarrollo del Plan Integrado de Salud, tanto para fijar los objetivos de salud del SNS, como para adecuar la financiación a la consecución de estos objetivos.
5)     Los Fondos de Cohesión deberían de incrementarse sustancialmente, incluyendo en ellos toda la financiación adicional y asegurando su reparto entre las CCAA en razón de los objetivos del Plan Integrado de Salud.
6)     También es necesaria la elaboración de Planes de Salud en cada CCAA para fijar los objetivos de la política sanitaria y establecer la distribución de los fondos públicos dedicados a Sanidad. Seria conveniente que este Plan de Salud fuera aprobado por el parlamento autonómico.
7)     Deben de establecerse estándares mínimos y ponderados de recursos sanitarios: camas, profesionales médicos y de enfermería (de atención primaria y especializada) /1.000 habitantes (siendo lo deseable que pudieran ponderarse en relación con otras variables como estructura etaria de la población, dispersión, etc.), para garantizar una dotación adecuada de los servicios sanitarios públicos acercando nuestra situación a la de la media del contexto europeo.
8)     Hay que reforzar la provisión sanitaria pública, favoreciendo una mayor integración de los recursos en las áreas de salud y la interconexión entre los niveles asistenciales.
9)     Hay que potenciar la Atención Primaria de Salud con el desarrollo de la estrategia de AP-21, asegurándole una dotación económica y el desarrollo de las funciones de promoción y prevención.
10) Hay que paralizar el proceso privatizador de la Sanidad y propiciar la integración en la red sanitaria pública de los centros que reciben financiación pública y tienen modelos de gestión empresariales cambiando este carácter por el de entidades publicas en todos sus aspectos.
11) Es preciso poner en funcionamiento una red sociosanitaria pública coordinada con la atención sanitaria y sin que esto suponga una nueva privatización de otra parcela los servicios públicos
12) Hay que articular centros de referencia supracomunitarios (bien a nivel estatal o para varias CCAA) porque es evidente que el tamaño de todas las CCAA no es compatible con el mantenimiento de todos los servicios sanitarios con una calidad adecuada. EL Consejo Interterritorial (para los centros estatales) y los acuerdos entre CCAA serian los mecanismos adecuados para asegurar esta colaboración en el ámbito del SNS.
13) Hay que realizar una evaluación de las desigualdades en salud, tanto en el conjunto del SNS como dentro de las CCAA, analizando los diferentes aspectos que pueden influir en las mismas (nivel socioeconómico, género, política sanitaria y financiera aplicada, etc) para poder desarrollar estrategias adecuadas para su reducción.
14) Deben desarrollarse mecanismos efectivos y reales de participación de profesionales y ciudadanos en el funcionamiento y gestión de los servicios sanitarios públicos.
15) Hay que apoyar el mantenimiento y mejora de las Áreas Sanitarias como espacio para la planificación sanitaria equitativa y racional en base a las necesidades reales de los ciudadanos.
16) Garantizar la sostenibilidad del sistema público a través de un pacto de estabilidad del mismo y del control y racionalización del gasto farmacéutico y tecnológico (nuevas tecnologías de imagen, informatización y megabases de datos…).
17) Garantizar la confidencialidad de la información de salud de los ciudadanos depositada en las bases de datos públicas, a través de mecanismos de control democrático, excluyendo en todo caso el acceso, gestión o cesión de esos datos a entidades privadas o semiprivadas y persiguiendo de oficio cualquier violación de ello.
18) En el ámbito municipal hay que considerar además:
        Desarrollar y fortalecer las actuaciones municipales  en materia de seguridad vial, prevención de accidentes, aire saludable, depuración integral de aguas residuales, tratamiento adecuado y sostenible de residuos urbanos, control de riesgos alimentarios y creación de espacios y equipamientos urbanos necesarios para ejercicio físico y ocio saludable.
       Crear redes municipales de promoción de la salud en colaboración con organizaciones vecinales y de usuarios.
       No colaboración con los procesos de privatización del sistema sanitario a través de la financiación privada de los nuevos centros y de las concesiones administrativas, adoptando medidas legales en contra de las privatizaciones.

     Pensamos que todos estos objetivos son fundamentales para mejorar la Sanidad Pública. Estamos viviendo un momento crítico de desmantelamiento de la Sanidad Pública, por lo que es precisa una actuación decidida para frenar este proceso y para fortalecer el mejor sistema sanitario que ha tenido nuestro país.
     Desde la F.A.D.S.P. apoyaremos a todas las organizaciones que asuman este compromiso con la Sanidad Pública y la salud de los ciudadanos
                                                                                  (Fuente: FADSP, Marzo-2011)

lunes, 7 de marzo de 2011

¡Ah! ¿Pero allí había dictadores?

Dice Juan Torres en un reciente y magnífico artículo, que tan ocupados están los dirigentes de los países más poderosos en "defender" los derechos humanos en Cuba y Venezuela (¿?),...al parecer los únicos lugares del mundo en donde les interesa comprobar que esos derechos se puedan violar (aunque ésto no parezca tan seguro)..., que no se dieron cuenta de que ellos mismos sostenían dictaduras salvajes en todo el norte de Africa.
En Túnez, en Marruecos, en Libia, en Egipto...torturaban y asesinaban a los disidentes por policías bien formados en las academias francesas o españolas. Allí se reprimían las manifestaciones populares y las huelgas con materiales antidisturbios fabricados en la moderna industrial militar de la OTAN. Los dictadores nos visitaban constantemente y Berlusconi, Sarkozy, Bush, Aznar, Zapatero y demás "defensores de la libertad" los agasajaban y firmaban suculentos contratos con ellos o se aseguraban el suministro de petróleo a cambio, eso sí, de hacer un poco más ricos por vías poco confesables a los dictadores. Los monarcas europeos tratan de hermanos a sátrapas criminales y utilizan sus agendas para ayudarles a poner a salvo sus fortunas logradas a base de robar a sus pueblos.
Ahora los pueblos se levantan y los que durante decenios habían mantenido esos regímenes criminales se hacen los tontos sin saber a ciencia qué decir. Creían que la historia que sus socios les contaban cuando afirmaban que todo estaba en paz en sus naciones era cierto  y que todo permanecería siempre bajo control.
Ben Ali, Mubarak, Gadafi y compañía pasarán a la historia como lo que son, dictadores que asesinaban y robaban a sus conciudadanos, pero la historia quedará a medias si no ponemos igualmente en la picota a quienes realmente los han mantenido durante tanto tiempo en el poder, a quienes los encumbraron y luego los han protegido contra la ira reprimida de sus pueblos. Los gobiernos de Francia, de Italia, de Francia, de España, de Estados Unidos... son los que han armado a los dictadores, los que manejaban en realidad su mano sucia de sangre. Por eso no habrá justicia hasta que sus dirigentes sigan el mismo camino que ellos y den cuentas de su responsabilidad ante la historia y ante los pueblos.
Exactamente igual que la ciudadanía de estos países norteafricanos se enfrenta a los dictadores, la europea debe hacer frente a sus gobiernos para decirle, por ejemplo a nuestra Ministra de Asuntos Exteriores, que nos avergonzamos de sus palabras de complicidad con Marruecos, o, al presidente Zapatero, que sus manos también están manchadas de sangre después de vender armas a gobiernos criminales.  Y a todos ellos, que da asco su cinismo.
¡¡Que se vayan para siempre los dictadores, pero también sus impunes cómplices...!!
                                          (Fuente.- Juan TorresPosted: 25 Feb 2011 02:15 PM PST)

jueves, 3 de marzo de 2011

Una obligación ética en Salud

     Algunos profesionales de la salud no cejamos en nuestro empeño de denunciar la actual situación a la que nos aboca la Industria Farmaceútica (hoy conocida como BigPharma), la que por otra parte, en otras regiones del mundo, y por razones de rentabilidad y en base a una política de patentes abusiva veta el derecho a la salud a millones de personas, convirtiénose todo ello en un grave problema para la Salud Pública mundial.
    Desde hace años, muchos de nosotros y nosotras venimos expresando nuestra preocupación para promover la ética y la transparencia en nuestras relaciones con la Industria Farmacéutica, y así luchar por una realidad diferente y justa.
    Es verdad que estamos inmersos en una sociedad en la que la salud se está convirtiendo en un producto más de promoción, venta y consumo, y donde el desarrollo de nuevos tratamientos ha permitido medicalizar procesos normales de la vida como la calvicie, la vejez, el embarazo o la menopausia, así como problemas de índole personal y social, ó síntomas y factores de riesgo previos e inconexos para convertirse en una enfermedad, constituyéndose así en lo que llamamos las enfermedades "inventadas" de un modelo de vida "medicalizado"...
    A su vez, la falta de acceso a ciertos medicamentos básicos o esenciales está elevando la mortalidad de los países pobres o en vías de desarrollo, en los que los medicamentos o no existen o son económicamente inasequibles.
   La BigPharma (es decir, las multinacionales de la industria farmacéutica) juega un papel protagonista y determinante en esta situación, y debemos ser enérgicos en su análisis, crítica y mejora. Esta industria es un sector que financia más del 90% de la formación continuada que recibimos los profesionales, llega a invertir el doble de dinero en marketing que en investigación y desarrollo, y tan solo un 5% de su presupuesto de esa investigación lo invierte en los tratamientos para las enfermedades de esos países empobrecidos que por otra parte engloban al 90% de la población mundial enferma, convirtiéndose por todo ello en una de las industrias más rentables del mundo, en niveles parejos con la industria de armas, el narcotráfico ó el tráfico de personas.
   Por todo ésto, muchos de nosotros insistimos en que debemos asumir la importancia de nuestro rol profesional en la sociedad, como garantes y defensores de la salud. Debemos pues concienciamos de la importancia e intereses que rodean nuestra formación, nuestra información y nuestra praxis profesional diaria.
   Tenemos pues el reto, y la obligación moral y ética, de reflexionar sobre el papel de la industria farmacéutica, tanto en nuestro Sistema Sanitario como en la Salud Global, y debemos entrar a un análisis y reflexión compartida y contrastada sobre la realidad médica que está promoviendo la Industria Farmacéutica, ya que consideramos que la lucha por integrar ideas, opiniones y datos, desde diferentes ámbitos del sector sanitario, es el único garante de su correcto desarrollo, convirtiéndose en el vector principal del conocimiento colectivo.
   De ése conocimiento colectivo que precisamente nos muestra la sensación de estar en el camino adecuado para la transformación y transparencia de un sector que, como el sanitario, nace esencialmente destinado a ofrecer respuestas a la sociedad, y eliminar o disminuir el sufrimiento evitable, bien colectivo ó individual, y sin discriminación por razones de edad, sexo, religión, ideología, posición económica, o lugar y país de nacimiento y residencia.

martes, 1 de marzo de 2011

Esa "tierra" liberalizadora. Nuestra tierra.

    Es seguro que a muchas de las personas que entren a este blog les será muy familiar el nombre de Paulo Freire, como también es seguro que habrá otras muchas que nunca oyeron hablar de él, ni conocieran su existencia.
   Pablo Freire fue un pedagogo revolucionario brasileño nacido en 1921, que conoció desde niño la realidad de su país, en el que hasta ese momento se vivía en esclavitud, y en el que por aquellos tiempos las clases rurales vivían en relaciones laborales de opresión, marginadas del proceso social, político y económico y sin participación alguna en las decisiones importantes para el país.
   Es ahí precisamente donde se introduce Paulo Freire, que intenta que sus contemporáneos rompan su pasividad y silencio, que reconozcan la fuerza de su unidad transformadora, que adquieran la capacidad crítica para relacionarse con la sociedad y que se liberen de sus ataduras, única posibilidad de cambio de la sociedad.  Su trabajo se inserta en las nuevas ideas revolucionarias que existían en América Latina en los años 60, imbuido del lenguaje de liberación surgido de de las corrientes más avanzadas del catolicismo, que provocaron la teología de la liberación, y utilizando elementos de la dialéctica marxista para la visión y comprensión de la historia.
    Sus ideas influenciaron e influencian los procesos democráticos por todo el mundo. Fue el pedagogo de los oprimidos y en su trabajo transmitió la pedagogía de la esperanza. Influyó en las nuevas ideas liberadoras en América Latina y de la ya mencionada "teología de la liberación", en las renovaciones pedagógicas europeas y africanas, y su figura es referente constante en la política liberadora y en la educación. 
    Su legado más destacable, pues falleció en 1997, fue la que se conoció como "La pedagogía del oprimido", entendida como pedagogía humanista y liberadora y que tendría, según el propio Freire, dos momentos distintos aunque interrelacionados: el primero, en el cual los oprimidos van desvelando el mundo de la opresión y se van comprometiendo, en la praxis, con su transformación; y el segundo, en el que, una vez transformada la realidad opresora, esta pedagogía deja de ser del oprimido y pasa a ser la pedagogía de los hombres en proceso de permanente liberación.
    Siguiendo sus enseñanzas, posicionamiento intelectual y actitud revolucionaria transformadora, a partir de 1997 se fundaron en diferentes lugares de latinoamérica lo que se llamaron Institutos Universitarios Paulo Freire, siendo el primero de ellos el que se fundó en Nicaragua. A partir de ese momento, han sido muchos los países en los que esta tendencia se ha ido expandiendo, hasta llegar a España, donde también podemos enorgullecernos de la existencia de la llamada Universidad Rural Paulo Freire, y de cuyo exponente tenemos muy cerca un ejemplo, en concreto en la palentina Tierra de Campos (y para ser más exactos, en el pueblo de Amayuelas de Abajo) y a cuyos foros mensuales asisten numerosas autoridades y personas relevantes del mundo intelectual, de la cultura, lo social, lo político y lo económico.
    Los que hemos tenido la inmensa suerte de conocer a las gentes de Amayuelas (Universidad  Rural Paulo Freire), no podemos olvidar la calidad humana, la fuerza y la capacidad que estas gentes llevan demostrando desde hace 20 años para convertir su utopia en una tangible realidad. Su conexión con Plataforma Rural y Vía Campesina le dotan a esta Universidad Rural de todo aquello a lo que Paulo Freire se refirió cuando hacía referencia a la opresión del campesinado.
    Desde aquí quiero sugerir a todos y todas los que lean esta página, a que se acerquen por Amayuelas, preferiblemente a asistir a su Foro Mensual, o si ello no fuera posible, que sencillamente se acerquen a conocer y disfrutar de la hospitalidad y sabiduría de estas gentes, así como de su inconmensurable capacidad para inventarse un mundo diferente en el que nunca te sentirás extraño ni ajeno, y con los que compartirás la savia transformadora y liberalizadora de esa madre "tierra" a la que nunca debimos desdeñar.
                                                                                (Visita obligada:   http://www.amayuelas.es/   )