viernes, 28 de octubre de 2011

Finales de octubre...¿un Halloween cristiano?

    Por ahora, hace justamente un año, en este mismo blog editábamos este escrito que, por la penetración que se observa se está produciendo en nuestras hábitos, quizá merezca la pena recordarlo...
   En los últimos años, el mercado del consumo,...esa bestia voraz que logra que incluso nos consumamos a nosotros mismos,...viene infiltrándose en nuestros hábitos culturales y costumbres con la insana pretensión de hacernos gastar y consumir más, y más, y más...como expresión alter ego del capitalismo puro y duro...Y por ello presenciamos detalles como, por ejemplo, el descarado adelanto del jolgorio navideño de las grandes superficies, ó la profusión de publicidad ante cualquier evento, ó la celebración simultánea de la festividad de los reyes de Oriente con el papá Noël, ó como es el caso que nos ocupa, la instauración de festividades "nuevas" para nuestros hábitos, como pueda ser el reciente fervor que suscita la celebración de la fiesta de Halloween...hasta ahora de clara influencia norteamericana...pero que en realidad tampoco es genuinamente yankee.
    
    El Halloween es una tradición europea, del pueblo de los celtas que habitaban en Inglaterra, Irlanda y el norte de Francia, y esta tradición era llamada "Shamain´s eve" (en ingles "vigilia de Samhain").
   Los celtas celebraban en esta fiesta el fin de año, el cual terminaba el 31 de octubre, adorando y haciendo sacrificios a su dios llamado "Samhain", a quien consideraban "el señor de la muerte".
   Los celtas creían que su dios Samhain permitía a las almas de los muertos regresar a sus casas en esa noche, y que demonios, fantasmas, brujas, gatos negros y duendes deambulaban por todas partes.
  Durante su fiesta, los druídas (sacerdotes celtas) ordenaban a la población que encendieran fogatas en sus casas, en tanto que ellos encendían una gigantesca en lo alto de las colinas, donde ofrecían sacrificios de animales, seres humanos y cosechas.
   Los seres humanos que se sacrificaban los obtenían de las diferentes familias del pueblo: los druídas recorrían casa por casa pidiendo un niño o una virgen, y entre gritos de horror y lamentos se hacía el sacrificio. A las víctimas se les arrancaba la cabeza y se les ponía en una lanza, y otras eran quemadas en la hoguera. Si la familia cumplía con la entrega, los druídas dejaban un gran nabo (turnip) o calabaza con una vela en su interior, para prevenir que los demonios entraran y mataran a quienes habitaban ahí; a eso se le consideraba un "trato".  
   Pero si la familia se negaba, entonces los druídas marcaban la puerta de la casa y esa noche Satanás tenía entrada libre para destrozar a aquella familia. Eso era conocido como una "treta", y de ahí el "trick or treat", es decir, "trato o treta", después cambiado por "dulce o travesura".
   
   En el siglo IX el Papa Gregorio IV intentó combatir esta celebración con los días 1 y 2 de noviembre, llamándolos "día de todos los santos" y "día de los fieles difuntos" respectivamente, antes festejadas en mayo. Pero quienes practicaban estos rituales le cambiaron el nombre en inglés de "Shamain´s eve" a "all Hallow´s eve" (en español, Víspera de Todos los Santos), de donde viene la palabra "Halloween".
 
    Doreen Irving, la más célebre de las brujas del oeste europeo y las Islas Británicas, concubina del alto ministro de Satán en esta región, se convirtió al cristianismo, y contaba que si los padres cristianos tuvieran alguna idea de lo que realmente es Halloween, ni siquiera mencionarían esa palabra frente a sus hijos, ya que todo lo que ella conlleva es muerte y miedo.  
    Es obvio que las raices del Halloween pertenecen al ocultismo, práctica que es considerada en la Biblia como abominación a Dios."No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortilego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos".
   Graciosillo ¿no?, esto del consumismo a cualquier precio... y un poco macabro...especialmente para todos los que, profesando la religión cristiana, se prestan alborozados a adherirse a cualquier proposición al uso...con tal de ponerse a la moda y caer en las garras del consumismo.

jueves, 27 de octubre de 2011

Perdón, pero León duele...

    Dicen que la ciudad de León posee cuatro cosas incomparables...La catedral, San Isidoro, el clima...y el tapeo...Y este humilde bloggero apoya esa valoración.
   Pero...¿nada más distingue a León?...O sea, ¿nada de su bagaje históricocultural, de su arquitectura urbana romana y prerrománica, de su lugar geopolítico para enarbolar su papel en la configuración del naciente Estado?,...y lo que es más importante...¿nada de su travesía por la historia moderna y por las sucesivas revoluciones sociales y culturales que transmitieron cierto espíritu jacobino a otras regiones españolas?.
   Entonces, ¿cuáles habrán sido los siniestros intereses “internos”, que clavaron de tal manera a León en su papel impávido y ancestral, como para ahora haberse convertido en una ciudad casi marginal?... 
   Uno percibe que ésta es una ciudad en la que no parece que exista clase trabajadora, o que los pocos que hay no se sienten tales. En el sentir de todos los vecinos parece que aún fluyese, hegemónico, el estigma genético por el tan estéril como trasnochado orgullo de un viejo reino.  Es posible que el carácter pequeño-comercial del medievo esté aquí, aún sin superar, y que Sánchez Albornoz tuviese razón. Aquí, la clase trabajadora se avergüenza de serlo, y la clase empresarial tiene esos rasgos un tanto funcionariales que, debido a la hipertrofia de su statu-quo, le conducen a no arriesgar nada de su patrimonio salvo para poner sus ganancias a plazo fijo, o a buen recaudo en algún lugar inaccesible para el común del vecindario.
   Esta es una ciudad que transpira burguesía, clasismo y clericalismo a manos llenas...y hay quien, incluso, la compara con la meapilas Vetusta de Alas “Clarín”...
   Esta es una ciudad engreída y prepotente que, cautiva y presa de su pasado histórico, desprecia el presente y mira de soslayo al futuro.
   Esta es una ciudad que ha elevado a la sublime categoría de “representantes políticos” a sus más mediocres y grises caciques, y que se ha dejado embaucar por los "listillos" que han sabido llegar al poder vendiendo un discurso de envidia y de rencor hacia su entorno (El Bierzo, Castilla, y Valladolid especialmente), y todo ello aderezado con el disfraz torpe y burdo del discurso identitario, discurso que se difunde y propaga llegando incluso a contaminar al resto de los partidos políticos locales, aunque estos proclamen su consideración ecuménica y universalista. Aún nadie se ha atrevido a desenmascarar que, en León, detrás de ese discurso identitario no existe sino una alianza de clase dominante y empoderada. No me pidan nombres.
   Esta es una ciudad que rezuma bilis, una ciudad anciana, vieja más que antigua, una ciudad poblada mayoritariamente por viejos cansados y distraídos, con sus céntricas calles parasitadas de “husmias” rentistas ó heredados de pequeños servicios; una ciudad preñada de “criticones de acera” que se escandalizan de todo aquello que consiguen los otros; una ciudad sin "reprisse" para enfrentarse a los nuevos retos; una ciudad en la que nunca ha calado el espíritu de la revolución industrial, y mucho menos el de la francesa...una ciudad en la que su actividad lúdica y pasatiempo habitual consiste en integrarse en algún Club Social (tal ghetos privados) como si de una majada de almidonados “alféreces provisionales” de zarzuela se tratase . Y si alguno de ellos se siente orgulloso de ser “cazurros” (en sentido cultural), yo lamento percibir que muchos de ellos parecen más bien unos "mansos cabestros" guiados por la inanición, la inequidad y la mediocridad de sus interesados líderes.
   Me convenzo de que la sociedad leonesa debería saber asumir su propio protagonismo, sin que tenga que venir nadie de fuera a decirles cómo se deben hacer las cosas. Con foráneos como Morano o Zapatero ya tienen bastante...En la memoria nos queda el papel que debieron jugar, y no lo hicieron, los Martín Villa en la defensa de la autonomía de León, ó los Becker, Carrasco, Silván...etc...con su fatua presencia en el gobierno regional de la tan “malnacida” Junta de Castilla y León...
   Parecería que esta ciudad necesitase un profundo cambio en su idiosincrasia y temperamento colectivos, a fín de incorporarse a la autopista de la adecuación a los tiempos, y, sin embargo y lamentablemente, no creo que ese deseable cambio vaya a ocurrir, sino que más bien parece que esta ciudad muere día a día...y así, los jóvenes huyen ó escapan fuera, los emprendedores emigran a otras latitudes, los más reivindicativos callan a fuer de sentirse extraños, los diferentes son señalados con el dedo, y aquí sólo quedan los jubilados, los empleados de servicios, los pequeños (algunos, ruines) empresarios, los mequetrefes provincianos, los caudillitos de tropas de andar por casa, y toda esa corte celestial agrupada en torno a unas organizaciones ó cofradías que, compuestas por papones insulsos y arrítmicos, nos dibujan el triste y caótico destino que les espera.
   Esta es una ciudad plañidera, cuyas "peculiaridades" sólo se comprenden cuando se compara con otras...Aquí sólo se practica el lloriquear, el quejarse, y el insultar de reojo al vecino, atribuyendo sus propias incapacidades a la culpa de terceros; aquí no hay espíritu de cambio...aquí sólo hay un espíritu de conformismo sepulcral que se asemeja a la visión de las catacumbas catedralicias. La púrpura de los “mandamases” de esta ciudad está muy cerquita, siempre “a la derecha” del padre, de los más recalcitrantes y reprimidos vasallos de la Inquisición, todo ello bajo un hedor de rancio incienso que recuerda el de las viejas y raídas sotanas...
    Esta ciudad, en fín, de significativo, honorable y heroico pasado, continúa pavoneándose en su lúgubre aspiración a ser una "ciudad-jardín", y es hoy una de las ciudades mas muertas de España. 
   Con su drama, en el León otrora "rampante" y hoy más pendiente del retrovisor que del camino a recorrer, el futuro huele a tanatorio.  

sábado, 15 de octubre de 2011

Porqué una sanidad laica

     Ha sido mucha, y de larga duración, la influencia del cristianismo en los avances científicos y en la investigación y divulgación de la ciencia entre el pueblo llano…
     Desde que Averroes nos legó la cosmovisión precristiana de Aristóteles, y la apertura de muchos de los filósofos posteriores a ese precursor del racionalismo naturalista, hasta la fecha la Iglesia ha sabido leer y percibir los hitos de la evolución científica, aunque para mantener su hegemonía ontológica la tuviera que negar, secuestrar y encerrar en las oscuras y húmedas bibliotecas de los monasterios desde la Edad Media hasta nuestros días.
     El saber estaba en poder de unos pocos, y mayoritariamente estos pocos eran barbudos con tonsura e iban ataviados con hábito o sotana. El secuestro del saber, y su utilización para perpetuar esa hegemonía, obligaba a la Iglesia a negar cualquier evidencia científica cuando no a conducir a la hoguera a sus postulantes supuestamente anatemas, brujas ó herejes. La vida de Galileo y de otros muchos científicos de la época (y muy posteriores), así como las hazañas de la Inquisición, nos confirman estos incuestionables hechos.
    No podemos olvidar que hasta hace unas pocas décadas, y tal y como ocurrió con la teoría de Darwin, los avances en materia de ADN para descifrar la incógnita del eslabón perdido y la identidad de los primeros primates prehomínidos, fueron enérgicamente rechazados por la jerarquía de la Iglesia…y estamos hablando de mediados del siglo XX… Así, el 25 de abril de 1953, la revista Nature publicaba un articulo de los investigadores Watson & Crick revelando definitivamente la estructura molecular de los ácidos nucleicos, mientras la Iglesia ninguneaba estos hallazgos... Y no hace muchas fechas, el cardenal mejicano Barragán, presidente del Consejo Pontificio para la Salud (equivalente al Ministro de Sanidad del Vaticano), aseguraba que en el ADN "podemos encontrar la Santísima Trinidad", porque se trata de un ácido basado en la "complementariedad mutua"... Y en su reflexión de corte filosófico y teológico, este cardenal recordaba que el sistema de doble hélice del genoma "supone una oposición no excluyente de dos términos" que, sin embargo, se complementan como en la Santísima Trinidad. (¿?)
 
     Aún hoy, la Iglesia sigue manteniendo su resistencia al reconocimiento de los avances que puedan erosionar su credibilidad y hegemonía como corriente religiosa, y ha condenado la interpretación y lectura paleontoantropológica de Lucy, el esqueleto de un homínido hembra australopitecus de 3,2 millones de años de antigüedad y descubierto por Johanson el 24 de noviembre de 1974 en Etiopía, y al que la comunidad científica le considera la madre de nuestra especie.

      En la actualidad, la influencia de la iglesia en la sanidad se comprueba al abordar la resistencia de los sectores más conservadores y retrógrados de su jerarquía ante materias como la interrupción del embarazo, la planificacion familiar, el uso de anticonceptivos, la utilización de condones, la prevención del VIH, los cuidados paliativos para terminales, el derecho a una muerte digna, etc…y resulta inadmisible que ideas de esta naturaleza obstaculicen hoy el libre avance científico en la búsqueda de una mayor calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas, al menos, mientras éstos disfruten de su vida terrenal en este reino que, de momento, es el único que conocemos.
 
   Dicen los creyentes cristianos que su dios está en todas partes. Dios no sabemos, pero la Iglesia católica si parece estarlo, y más aún en nuestro país, infiltrado en las instituciones públicas, y viviendo de los beneficios que le han otorgado los gobiernos españoles, tanto del PP (desde el franquismo) como del PSOE (desde Felipe Gonzalez), así como de los favores fiscales concedidos por éstos mismos que, simultáneamente, potencian su presencia y penetración cada día mayor en la enseñanza y sanidad públicas.
   Es por esto que, desde el máximo respeto hacia las personas que íntimamente profesan la fé católica (u otras), algunos exigimos la necesidad de contar con una sanidad pública aconfesional y con unos servicios sanitarios públicos desprovistos de cualquier simbología ó condicionantes religiosos. 
Como se diría en sánscrito...¡¡Amén!!

domingo, 9 de octubre de 2011

El sueño de un Presidente

     Estaba nervioso y por su frente se adivinaba un cierto sudor frío. Las ojeras delataban largas horas sin dormir. Y ahora, ahora mismo, tendría que comparecer ante la televisión y los medios de comunicación para anunciar su irremediable dimisión.
    Les explicaría que su dimisión no era un acto de cobardía, ante el peligro que se cernía sobre el país, sino la única solución para no traicionar su programa político y para armarse de legitimidad y afrontar, con el máximo apoyo y un respaldo renovado, las medidas que habría que tomar si, a partir de ahora, y en las inminentes elecciones urgentes y extraordinarias que se convocarían, volvía a salir elegido para gobernar el país.
  Él no podía llevar a cabo una política tan devastadora como le sugerían desde Europa en ese paradigma del "coge el dinero y corre"; al fín y al cabo, él era un socialdemócrata (y antaño, socialista) y no un simple neoliberal voraz y depredador al uso. Por lo tanto, su dimisión obedecía a la coherencia y la honestidad para con sus electores y para con su partido.
   El problema para España, les diría, era que en Europa estamos gobernados por los banqueros, y más en concreto por los banqueros alemanes y franceses, y todos ellos confabulados con la gran derecha europea que gobierna en los países más influyentes. De manera que Berlusconi, Sarkozy, Merkel, Cameron, etc...no eran inocentes ante la deriva económica que impulsaba el BCE en la zona euro, ni ante los consejos que el poder financiero planetario, FMI y OMC, y de común acuerdo con las valoraciones que las agencias de calificación de riesgo presagiaban, todos auguraban.
    Si salía reelegido, se repetía denodadamente, debería renunciar a esta sinfonía ultraliberal europea y desempolvar los viejos consejos keynesianos, nacionalizar la banca, adecuar la política fiscal, afinar el tipo impositivo, reformular el gasto y la inversión en servicios públicos desde la administración, fomentar la creación de empresas públicas que arrancaran la locomotora económica del país, establecer nuevos impuestos para los más ricos a la par que fomentar el apoyo a las pequeñas empresas y autónomos, revisar las pensiones de jubilación concedidas con antelación hasta ahora con carácter retroactivo, reformular el gasto en infraestructura y personal de las administraciones autonómicas, eliminar instituciones obsoletas como las diputaciones y los pequeños ayuntamientos, comarcalizando y mancomunando servicios, eliminar el derroche del gasto militar, derogar el Concordato con la jerarquía Vaticana eliminando privilegios adquiridos y gastos injustificables, y, si ello fuese necesario, saliéndonos de la zona euro y mirando la salida y el renacer de nuestra economía hacia mercados fuertes y emergentes, como el venezolano, brasileño, chino, indio, etc...
   Si el pueblo le volvía a otorgar su confianza en las urnas, pensaba el presidente, éstas serían unas medidas muy duras, que nos aventurarían unos años de zozobra y de estrecheces, pero  nos quedaría la satisfacción de la coherencia, de la honestidad y de la dignidad de no haber traicionado a nuestro pueblo.
 
    Y de repente, súbitamente, el presidente se despertó empapado en sudor, reconociendo la pesadilla,...pensó en Monterroso...pero claro, el dinosaurio ya no seguía allí.
     Por el contrario y ya situado en la aplastante realidad, miró el reloj, era ya demasiado tarde y debía darse prisa si no quería llegar con retraso a la conferencia que en el Círculo Empresarial iba a dar Botín. Sus conclusiones, clonadas de lo previsto en ese prestigioso foro de encorbatados próceres de cuello blanco, deberían ser del agrado de los jeques y caciques del poder financiero,...y luego, seguramente el propio Trichet le daría un cariñoso cachetito de complacencia, como expresión de que, aún a pesar de los miles de indignados del 15M, a pesar de cientos de miles de afiliados y votantes desilusionados, y muy por encima de algunos millones de ciudadanos estafados, aún así Zapatero lo estaba haciendo bien... pero que muy bien...
Por lo que estaba ya a punto, pensó, de entrar en la historia de este país...
 

martes, 4 de octubre de 2011

Sanidad y Enseñanza. Ebro y Brunete en color pastel

     Cuando la presidenta de la Comunidad Autónoma de Madrid, esa gran depredadora de lo público, intenta zafarse de la inevitable huelga de maestros y profesores que asola su finca (digo su territorio), y lo hace atacando a Zapatero con ese argumento tan pueril del "y tú más", consistente en afirmar que "Zapatero fue el que recortó la escuela pública, pues fue él el autor de la bajada de sueldo de los maestros" (y de otros empleados de servicios públicos, por cierto), no queda más remedio que darle la razón...parcialmente.
    Y la tiene porque es verdad que, aunque la miope sociedad no se enterase de la misa la media, incluso muchos se alegrasen errónea y vilmente de aquella medida, la realidad es que aquella bajada de sueldos no era sólo una pérdida de salario de unos pocos funcionarios, sino el premonitorio gesto de que lo público estaba en el punto de mira de los voraces políticos neoliberales, tanto del Psoe como del PP, y aquella "huelguecita 8-J" de los empleados públicos, que los sindicatos convocaron tan tibiamente, era en cambio, para muchos, un grito mudo de alarma y socorro por lo que había de llegar.
    Hoy, ya toda la sociedad española está comprendiendo que la enseñanza y la sanidad públicas están al borde del caos, y es por ello que, entre otras cosas, y más allá de otras escaramuzas insinuantes, tanto en la enseñanza de Madrid como en la sanidad de Cataluña se están librando dos grandes batallas y estratégicamente fundamentales...Y es que son esos dos frentes los que dictarán la actitud del gobierno que salga del 20N, así como de otros gobiernos autonómicos, esperando de qué color será la fumata que salga de esas dos confrontaciones para luego pasar líbremente a adaptar su calendario político de restricciones y recortes a sus respectivos ámbitos territoriales.
   La Aguirre, como si de una infantil y cursi Hello Kitty se tratase, se sacude las acusaciones a su política de acoso y derribo de la enseñanza pública madrileña acusando a Zapatero, como si aún no se hubiese enterado que, a la inmensa mayoría de los profesionales afectados y de los ciudadanos implicados, tanto ella como Zapatero ya les importan un bledo pimientero, pues ya, desde hace meses, ambos se han merecido el más simbólico de los desprecios democráticos.
   No, señora; ni usted ni su antagonista, el que llama "de la ceja", son ya los ombligos y polos opuestos de este penoso escenario bipolar, ni siquiera son las referencias cartesianas del mundo que usted vé, puesto que, afortunadamente, la sociedad va informándose por otros medios y la población indignada va creciendo y pasando de ustedes, y moviéndose en otras coordenadas que usted ni se imagina...
   Las batallas de Cataluña y Madrid, expresiones de lo que le espera a la sanidad y enseñanza públicas españolas, están suponiendo y representando el pulso que la sociedad en su conjunto está manteniendo contra las agresiones neoliberales de desmantelamiento de lo público, y por el contrario, los medios de comunicación (o de persuasión, como sarcásticamente los llama el profesor Navarro) lo están relatando como si fuesen episodios aislados, inconexos y ajenos a lo que pueda afectar al conjunto del país. 
    Pero es en estas batallas donde la derecha madrileña más dura y cortijera, en la misma onda que la derecha nacionalelitista catalana, están cifrando y midiendo el nivel de resistencia que la sociedad puede oponerles, y sin embargo, la mayor parte de la población sigue atendiendo esa retórica pastel de la Aguirre rosita y lenguaraz del "y tú más", cayendo en la trivialización bipartidista y maniquea de la política, desacreditando así el contenido grosso de lo que debe ser la sabiduría democrática de cualquier sociedad madura.
   Porque si la española fuese una sociedad democráticamente madura, ya estaríamos todos y todas prestando más atención y apoyo a esas "batallas" de Cataluña y Madrid, las que, al igual que en otro contexto y momento histórico fueron las batallas del Ebro y Brunete, sin duda serán fundamentales para el ulterior devenir de esta "guerra" de lo privado contra lo público.
    Y yo me pregunto, como algún día hicieron los brigadistas internacionales,...¿dónde hay que alistarse?