sábado, 12 de febrero de 2011

Lo social, o la salud de nuestros genes.

     El ministro de Sanidad canadiense Marc Lalonde (que por cierto no era profesional de la salud), fue quien en 1947 se hizo célebre por enunciar los cuatro factores determinantes de la salud, y entre los que mencionó de forma un tanto "revolucionaria" al entorno social y al medioambiente, ...englobando en ellos, y entre otros, al "medio psicosocial" (es decir, la violencia, el stress, la pobreza, la marginación, la exclusión social, las condiciones de trabajo,...)

    Décadas despues, y con la irrupción en la práctica científicomédica de  la bioquímica molecular y de la investigación genómica, se vuelve a reabrir un ilimitado horizonte de expectativas de naturalea biomédica (en este caso genética) sobre las hipotéticas explicaciones genéticas presentes en la mayoría de las enfermedades no infecciosas...llegándose a atribuir a la dotación genética de cada persona la tendencia (o casi seguridad) de llegar a padecer determinadas enfermedades.

    Por todo esto nos parece de gran relevancia las declaraciones realizadas por el catedrático de Salud Pública de la UAB, el profersor Miquel Porta, en las que desmitifica las conclusiones a las que se pueden llegar cuando se interpreta de forma simplista el trabajo sobre el genoma humano.

    El profesor Porta afirma que “La sencilla secuencia de los genes no es muy determinante para la salud”. En la gran mayoría de las patologías no existe ‘el gen’ de la enfermedad. Lo que cuenta es la regulación de los genes, la acción combinada de muchos de ellos, en interacción con el ambiente. “En el conjunto de los cánceres, la predisposición genética puede alcanzar el 2% o 3% de los casos: el resto depende de cómo vivimos”, añade Porta.

    El profesor Porta, reafirmando el enunciado de Lalonde en 1947, comenta que "los determinantes sociales de la salud tienen un impacto estadístico mucho mayor que los genéticos como causas de enfermedades. En otras palabras, mucho más que la herencia, cuentan condiciones como la renta, la educación, la contaminación de la comida y el aire y el tabaco. “La insistencia en las causas genéticas responde, a veces, al temor a lidiar con los factores sociales”.

   Este médico y la investigadora del Observatorio de Bioética y Derecho de la Universidad de Barcelona, Gemma Marfany, coinciden en la necesidad urgente de regular la genética directa al consumidor. Los dos llaman a la prudencia. “Se está exagerando el poder de predicción de estos análisis”, alerta la investigadora Marfany.
 
    “No es ético hacer promesas falsas por razones mercantiles: los test deben demostrar que son útiles para las personas”, añade Porta. El determinismo genético se traduce en una visión individualista de la salud, mientras que hay otros muchos aspectos que tener en cuenta: la información microscópica de los genes, pero también la individual, que se obtiene de la observación clínica, y la social que procede de los datos poblacionales.

   Ignoramos si todo esto no responde sino a esa "perversa" explicación de que, en realidad, resulta mucho más fácil echarle la culpa de alguna enfermedad a un gen, que a ese "agradable entorno" con que la sociedad capitalista, consumista y depredadora nos saluda cada mañana que nos levantamos...
 
     Y es que, como venimos defendiendo desde hace años, la salud de las personas debe ser el fín último, y nunca los análisis, los test, los medicamentos, la tecnología... y la seducción que todos ellos improntan en la sociedad y en los propios profesionales. Porque todo ello, a pesar de la ayuda y contribución que nos aporta, nunca podrá ser el fín a alcanzar sino exclusivamente un medio.

    Y así nos surge la pregunta del millón, políticamente incorrecta, de ...¿y en la investigación sobre salud...cuándo nos ocuparemos de "lo social"?
                                                                                          (Fuente datos: Periódico Diagonal)

1 comentario:

Juan Carlos dijo...

O sea que lo que yo tengo en el hígado es cosa del mucho vino que bebo, no me la han traspasado mis padres, ¿no es eso?...pues me has fastidiado el sábado.
Un abrazo Maestro