miércoles, 8 de enero de 2014

Las Vacunas son cuestionadas

     Es cierto que algunos de nosotros (médicos en ejercicio, eméritos, o ya retirados) nos hemos venido mostrando muy escépticos respecto a la utilización masiva e incondicional, así como a su recomendación, de algunas vacunas,...y en concreto alguna reciente contra la Gripe ó muy especialmente la del Virus del Papiloma Humano...Por ello hemos recibido no pocas críticas furibundas por parte de los fundamentalistas de la tecnología médico-farmacéutica, y especialmente por aquellos que, como es lógico, suelen verse beneficiados y/o financiados por la propia industria. 
       Por esto es por lo que se hace interesante el reproducir lo que publica la revista Natural News, relativo a cómo esos defensores de la vacuna son conocidos por indignarse cuando alguien cuestiona la seguridad de las vacunas, diciendo que un extenso historial de seguridad y rigurosas pruebas “hablan de su seguridad”. Pero la verdad del asunto es que la industria de las vacunas ha empleado grandes esfuerzos para asegurarse de que solamente los estudios favorables sean llevados a cabo, usando criterios de la investigación dudosos que les favorece para el consumo público.
      Una industria masiva de prestidigitación que oculta la verdad sobre las vacunas detrás de un espeso velo de desinformación.
      Hay mucho de “seudociencia” detrás de las vacunas que muchas personas desconocen simplemente, como el hecho de que la mayoría de las vacunas no son ni seguras, ni están probadas contra los placebos, por ejemplo. Luego está el tema de un grupo de control no vacunados junto a un grupo vacunado, ambos de los cuales se expondría al mismo patógeno como parte de un análisis observacional. Ni siquiera se ha realizado este tipo de prueba de seguridad, porque muchos consideran que su construcción podría ser “poco ético” basado en una suposición ilógica basada en que el grupo no vacunado sería «no protegido» de dicho agente patógeno.
       Estos y otros métodos astutos en última instancia ocultan la verdad sobre las vacunas y sus peligros documentados y ocultos al público, siendo éste el modus operandi de Big Pharma, que ha engañado con esmero a las masas en el pensamiento de que las vacunas han sido extensiva e indiscutiblemente demostradas como seguras.
       En un reciente artículo para “VacTruth.com”, Markus Heinze echa un vistazo a la metodología defectuosa detrás de los estudios de seguridad, explicando a sus lectores y utilizando analogías simples, del porqué es tan absurdo el dogma prevaleciente de las vacunas. Utilizando varios prospectos de vacunas como evidencia, Heinze divulga la verdad acerca de cómo compañías dicen literalmente hacer “test de seguridad” de sus vacunas contra otras vacunas en lugar de los placebos, lo que compromete totalmente sus resultados.
       Por ejemplo, la vacuna GlaxoSmithKline contra la hepatitis B (GSK) ENGERIX-B para los niños es el primer ejemplo, pues explica cómo el prospecto para esta vacuna revela que era de probada seguridad contra una vacuna diferente en lugar de un placebo, o bien de una simple solución salina. Puesto que ambas vacunas utilizadas en este estudio produjeron probablemente efectos adversos, GSK eligió la vacuna “control”, pues después de todo su fabricante fue capaz de llegar a la conclusión predeterminada que ENGERIX-B no viene con un elevado riesgo de efectos secundarios dañinos.
“Lo que debió haber hecho la compañía farmacéutica es inyectar un grupo con la vacuna y el otro grupo con placebo no vacuna (es decir, solución salina),” escribe Heinze. “En cambio, lo que hizo la compañía farmacéutica, fue inyectar un grupo con la vacuna contra la hepatitis B y el otro grupo con una vacuna diferente. Luego monitorearon ambos grupos y descubrieron que los destinatarios de su vacuna no tenían “ninguna diferencia significativa en la frecuencia o gravedad de experiencias adversas” en comparación con los receptores de otras vacunas.”
        Para ilustrar lo absurdo de este diseño del estudio, Heinze lo compara con una prueba de seguridad hipotética de un producto de un Big Mac, con un McDonalds que utiliza un Whopper de Burger King como “control”. Obviamente, los resultados van a ser similares, pues los productos en cuestión son similares; el Big Mac es “no más letal que el Whopper” sería la absurda conclusión de este estudio, si alguna vez llegara a realizarse...
     Y parece ser que esto es exactamente lo que está haciendo la industria de las vacunas para probar la “seguridad” de sus preparados, y es algo que pocas personas conocen. Hasta la fecha, ni un solo estudio independiente, se ha realizado sobre la seguridad de las vacunas mediante comparaciones legítimas para llegar a resultados imparciales. Algunos miembros del Congreso de los EEUU, incluyendo el Representante Bill Posey desde Florida, han tratado de introducir una legislación que requiera este tipo de estudio, pero tales esfuerzos han sido infructuosos hasta ahora.
Tendremos que seguir esperando...pero mientras...¿qué hacemos?
                           ( Fuente.- Propia // VacTruth.com // NuevasMentes)

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