Controladores, la cabeza del Bautista.

Todo va casando...y esto es como el célebre lienzo de Tiziano, ya que parece que la privatización de AENA supondrá un ingreso de más de 8.000 millones.
Así se desprende de las declaraciones de la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, que ha defendido la necesidad de privatizar parcialmente a AENA, añadiendo que se llevará a cabo con "métodos competitivos" y que se “aceptará la mejor oferta”.
La señora Salgado ha indicado en declaraciones a Onda Cero, que el Gobierno calcula que con la privatización del 49% de AENA se ingresarán más de 8.000 millones de euros que, según destacó, permitirán que el Estado pida menos dinero prestado a los mercados.
La ministra ha resaltado que la privatización de una parte del ente público, además de permitir reducir las emisiones de deuda, contribuirá a que los aeropuertos españoles tengan "una gestión "mas ágil y más equilibrada",  dado que actualmente están "muy lejos" de las rentabilidades de otros aeropuertos del entorno. Ello permitirá, añadió, disminuir las tasa aéreas, y por ello "espera que contribuya a una mayor rentabilidad y a una gestión más ágil, de lo que nos beneficiaremos todos", subrayó...
Ignoramos si este culebrón de los controladores acabará aquí, o esto va para largo y nos espera un invierno calentito, pero de lo que ya no existen dudas es de que en este tenebroso asunto casi nadie ha conocido toda la verdad, y menos la opinión pública que ha satanizado a este colectivo cuando aún le quedaban muchas claves por conocer.
Una vez que el puzzle se va completando, uno no se resiste a reconocer que en esta partida ha habido “masters” y “aprendices”,...y que algunos han entrado al trapo de forma cándida e ingenua.
Los mercados (la iniciativa privada), que aspiraban a hacerse con AENA, nunca estuvieron dispuestos a comprarla manteniendo una plantilla “conflictiva” como son los controladores...y en consecuencia, una de dos, o previamente a la operación de compra se les despedía (cosa que se hará con la mayoría), o se les enviaba a la cárcel (lugar donde acabarán algunos de ellos, si alguien no lo remedia), si la maniobra se pretendía que saliese como finalmente ha salido. De alguna manera, los futuros compradores de AENA exigían la cabeza de los controladores, antes de comenzar a hablar de precio.
Se apreciará que la estrategia ha sido un éxito, y que salvo los miles de damnificados por la huelga salvaje y el cierre de los aeropuertos, de los que ya casi nadie se acuerda, y salvo los controladores que tiemblan trémulos en el zaguán de la guillotina, la realidad es que los verdaderos diseñadores de la partida han quedado muy satisfechos.
Los controladores, la población, la democracia, el diálogo social, la legislación laboral, la seguridad aérea, la capacidad de previsión, todos, todos llevaban las fichas negras, ...pero ya se sabe que en ésto ¡¡“blancas ganan”!!...
O sea, una jugada maestra, o por decirlo de otra forma...¡una privatización de guante blanco!!, bajo palio y con música militar...Por lo tanto, ya tenemos la cabeza del Bautista en la bandeja de plata; ahora sólo nos resta saber quién ha hecho de Salomé.