Hace apenas cuatro años, en uno de sus últimos libros el profesor Hobsbawm terminaba, a modo de despedida, afirmando ésto...
"Sin embargo, ni siquiera un historiador, cuya edad le impide esperar que en lo que le queda de vida se produzcan grandes cambios a mejor, puede, razonablemente, negar la posibilidad de que dentro de un cuarto de siglo, o de medio siglo, la situación sea mas prometedora.
En cualquier caso, es muy probable que la fase actual de interrupción de la guerra fría sea temporal, aún cuando parezca ser más larga que las épocas de crisis y desorganización que siguieron a las dos grandes guerras mundiales "calientes".
Pero debemos tener en cuenta que esperanzas o temores no son predicciones. Sabemos que más allá de la opaca nube de nuestra ignorancia y de la incertidumbre de los resultados, las fuerzas históricas que han configurado el siglo XX siguen actuando.
Vivimos en un mundo cautivo, desarraigado y transformado por el colosal proceso económico y técnico-científico del desarrollo del capitalismo que ha dominado los dos o tres sigloes precedentes. Sabemos, o cuando menos resulta razonable suponer, que ese proceso no se prolongará ad infinitum.
Vivimos en un mundo cautivo, desarraigado y transformado por el colosal proceso económico y técnico-científico del desarrollo del capitalismo que ha dominado los dos o tres sigloes precedentes. Sabemos, o cuando menos resulta razonable suponer, que ese proceso no se prolongará ad infinitum.
El futuro no sólo no puede ser una prolongación del pasado, sino que hay síntomas externos e internos de que hemos alcanzado un punto de crisis histórica. Las fuerzas generadas por la economía técnico-científica son lo bastante poderosas como para destruir el medio ambiente, esto es, el fundamento material de la vida humana. Las propias estructuras de las sociedades humanas, incluyendo algunos de los fundamentos sociales de la economía capitalista, están en situación de ser destruidas por la erosión de nuestra herencia del pasado. Nuestro mundo corre riesgo a la vez de explosión y de implosión, y debe cambiar.
No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto, y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos.
No sabemos a dónde vamos, sino tan sólo que la historia nos ha llevado hasta este punto, y por qué. Sin embargo, una cosa está clara: si la humanidad ha de tener futuro, no será prolongando el pasado o el presente. Si intentamos construir el tercer milenio sobre estas bases, fracasaremos.
Y el precio del fracaso, esto es, la alternativa a una sociedad transformada es la oscuridad"
(Fuente.- Historia del siglo XX // Eric Hobsbawm)
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